Son nuestros objetivos y propósitos al hablar los que determinan las funciones lingüísticas, determinando el uso de un tipo de lenguaje concreto para facilitar la relación entre el mensaje y el destinatario. A continuación, comenzamos a profundizar en ellas.
¿Qué son las funciones del lenguaje y para qué sirven?
Las funciones del lenguaje hacen énfasis en los diferentes elementos básicos de la comunicación, los cuales son:
- Emisor. Aquella persona que produce el mensaje y lo transmite.
- Receptor. Aquel que recibe y decodifica el mensaje.
- Canal. Medio físico por donde se envía el mensaje: papel impreso, ondas sonoras, etc.
- Mensaje. Contenido que se desea compartir por medio del lenguaje, ya sea una emoción, una descripción o una orden específica.
- Código. Es el idioma que se usa para transmitir el mensaje.
Por otro lado, el lenguaje humano contiene una serie de símbolos articulados entre sí para aportar un significado. Es por ello, que por medio del lenguaje podemos formar ideas, aprender y jugar con diferentes conceptos para poder expresarnos.
¿Cuáles son las 6 funciones del lenguaje o funciones lingüísticas?
Dentro de la lingüística se han distinguido seis tipos de funciones de lenguaje, y por medio de estas, se pueden dar cuenta los límites y capacidades del lenguaje humano, además de los propósitos y diferentes objetivos que podemos usar en cualquier situación. Vamos a pasar a explicar cada tipo y las funciones principales.
1. Función referencial.
Esta función está enfocada en el contenido del mensaje y la situación. De igual modo, está presente en los mensajes que informan de manera directa y objetiva, lo que viene a ser el referente.
Por otro lado, cabe decir que tiene como propósito transmitir un tipo de información por medio de un contexto comunicativo de carácter impersonal, presente en contextos informativos y discursos divulgativos enfocados en transmitir conocimientos.
Ejemplos:
- Son las cuatro de la mañana.
- Las temperaturas subirán la siguiente semana.
- Jorge compró un coche nuevo.
- No hay café.
- Instrucciones de uso de un nuevo producto.
2. Función expresiva.
También llamada como emotiva o sintomática, está centrada en el emisor y en los mensajes donde predomina la subjetividad, es decir, la persona que está dando el mensaje está transmitiendo sus sentimientos, emociones o deseos.
Ejemplos:
- ¡Ah! Me duele mucho el pie.
- ¿Por qué me sucede esto a mi?
- Este helado me congeló el cerebro.
- Te quiero.
- ¡Que tengas un feliz cumpleaños!
3. Función Poética.
La característica principal de esta función está en las obras literarias, dado que tienen el sentido connotativo de las palabras. Por lo tanto, el emisor tiene en cuenta una serie de características antes de expresar el mensaje, y dentro de estas, encontramos el uso de las figuras retóricas, expresiones y una selección adecuada de palabras.
Dentro de esta función tenemos en cuenta la forma del lenguaje, ya que no es importante lo que se dice sino la forma en la que se dice.
Ejemplos:
- Expresiones estéticas para resaltar una frase, como “Pablito clavó un clavito”.
- Trabalenguas: cómo quieres que te quiera, si el que quiero no me quiere, no me quiere como quiero que me quiere.
- Coplas populares:
- Tírame la lima
tírame el limón
tírame las llaves
de tu corazón.
- Tírame la lima
- También interviene cuando la persona quiere dar un mensaje a un público, ya que debe escoger bien las palabras adecuadas, la entonación y cómo hacer las pausas para poder dar un mensaje original, organizado y fácil.
4. Función fática.
Esta función lingüística se utiliza para iniciar, interrumpir o terminar una conversación. Además, se puede comprobar si hay un contacto directo entre emisor y receptor, dado que se debe verificar que el canal funcione y se esté dando a entender el mensaje completo. Esta función también es conocida como de contacto.
Ejemplos:
- Hola, ¿me entendiste?
- Por supuesto, claro, entiendo.
- ¿Qué opinas de esto?
- Si, te escucho.
- A ver si nos reunimos pronto.
5. Función apelativa.
También conocida como función conativa, es aquella que se centra en el receptor. Está presente en los mensajes en los que el emisor tiene como principal objetivo condicionar la conducta del receptor. Asimismo, podemos encontrarla en oraciones de carácter imperativo, interrogativo o exhortativo. Podemos decir que esta función es de carácter de pregunta o mandato. Por otra parte, se puede reconocer en la publicidad o en las propagandas.
Ejemplos.
- Llévale este vaso a tu padre.
- ¿Me podrías pasar ese libro, por favor?
- ¡Tráeme el abrigo!
- Por favor, espere en la siguiente sala.
- Haz los deberes.
6. Función metalingüística.
Está centrada en el propio código de la lengua, es decir, se utiliza para hablar del propio lenguaje. Esta función aclara el mensaje, puesto que se manifiesta por medio de definiciones o declaraciones. Por lo general, se señala entre comillas o con cursivas de manera escrita y al hablar se realiza una entonación especial.
Por otro lado, esta función da lugar a realizar preguntas para aclarar dudas acerca de palabras desconocidas o reglas gramaticales.
Ejemplos:
- Abuelo se escribe con “b”.
- “Raúl tiene 4 letras”.
- ¿Qué quiere decir esto?
- “Antónimo” es el significado contrario de la palabra.
- ¿Cómo se dice “mano” en inglés?
Cómo intervienen las funciones lingüísticas en el lenguaje humano.
Gracias a cada función, se puede entender la relación que se establece entre la persona que emite el mensaje y la que lo recibe, por lo que podemos afirmar que son imprescindibles para la comunicación entre los seres humanos y la transmisión de diferentes ideas, sentimientos o conocimientos. Es por ello que las funciones intervienen cuando tenemos un claro objetivo para comunicar y cómo se quiere realizar.
Por último, hay que subrayar entre las características del lenguaje la capacidad innata del ser humano, por lo que hablamos de algo universal. También es racional, y a través de sus diferentes formas, el lenguaje puede ser aprendido por medio de una experiencia y expresado con sonidos, gráficos y señas corporales en un entorno sociocultural.
